Check In America
Meridiano Quinto, la cerveza artesanal pampeana que rinde homenaje a René Favaloro.
ARGENTINA. 𝘱𝘰𝘳 @𝘭𝘦𝘢𝘯𝘥𝘳𝘰𝘷𝘦𝘴𝘤𝘰
La ruta nacional 35 cruza La Pampa de hito a hito, es posible ver en su traza todos sus paisajes y una sucesión de pueblos que acompañan un mapa productivo y pintoresco, desde el norte en el límite con Córdoba, sigue hacia la capital provincial y al sur se pierde en una recta melancólica que cruza hasta la provincia de Buenos Aires hasta llegar a Bahía Blanca. Antes está Jacinto Arauz, un pueblo calmo donde se hace la mejor cerveza artesanal. “Vienen de pueblos vecinos a buscarla, nos llena de orgullo”, afirma Fernando Hernández, creador junto a su esposa de Meridiano V, una cerveza de frontera que se convirtió en un ícono de este pueblo conocido por el legado que dejó René Favaloro.
Mutipremiada y elogiada, hacen 120.000 litros al año en una fábrica donde tienen un tap room que abrieron en 2019, por la demanda de un pueblo que necesitaba un espacio para disfrutar de su cerveza. Abren sólo los viernes. “Se ha convertido en el punto de encuentro del pueblo”, asegura Hernández. La línea que hacen tiene un fuerte anclaje en lo local, entre sus cervezas hay una que se destaca: René, en homenaje a Favaloro, quien estuvo doce años en el pueblo como médico rural dejando una marca profunda.
“Es una cerveza que tiene doce meses de barrica en roble americano”, cuenta Hernández. Es una Barley Wine, una cerveza que tiene poder de guarda, baja carbonatación y algo más alcohólica que las normales: 14 grados. “Es una Premium, de estilo inglés, un vino de cebada con notas a vainillas, coco y con un fondo ajerezado”, describe Hernández. Única, y especial. “Es un postre”, resume en un concepto este producto de gran calidad que obtuvo medalla de Plata en 2019 y 2020 en concursos nacionales. Para después del verano, preparan una tirada de René de sólo 300 botellas de un lote que tiene cuatro años de estacionamiento. La etiqueta tiene un diseño muy original, como toda la línea. Simula un electrocardiograma, con un corazón rojo debajo del nombre médico.
No es normal ver una cerveza estacionada en barrica, se necesita paciencia y templanza para esperar la mejor versión de un producto, vivir en un pueblo tiene esa fortaleza: “Hay más tiempo y tranquilidad, podes trabajar más relajado”, afirma Hernández.
En la fábrica descansan al lado de inmensos toneles de metal, las barricas de René. Todo tiene el orden y la limpieza de un espacio donde nada está librado al azar. “Ponemos la prioridad en la calidad”, cuenta. Los lúpulos que utilizan son de Estados Unidos, Alemania y República Checa, las maltas, algunas nacionales, de Chile y Bélgica. “El 10% de lo que producimos, lo vendemos en Jacinto Arauz”, enfatiza Hernández.
La historia del Fernando y Patricia Giaconi es una de amor, y de regreso a los orígenes, a la pequeña escala por sobre la grande. “Fue una elección, volver al pueblo”, asegura Hernández. “Acá me siento libre”, agrega Giaconi. Ambos hicieron una elección: abandonar una ciudad grande como Bahía Blanca, donde estudiaron y se recibieron, él en computación y ella farmacéutica, y anclar sus sueños en un terruño más amigable.
En 2009 Hernández probó sus primeras #cervezasartesanales en un bar en la ciudad bonaerense, allí se reunían los fabricantes caseros e intercambiaban experiencias y saberes. “Era muy raro en aquel año hacer cerveza, todavía no existía la moda”, afirma Hernández. Comenzó a cocinar en esos años. En 2011 hicieron el cambio de vida, ella era de General Roca (Neuquén), pero optaron por Arauz, el pago chico pampeano de Fernando. La cerveza de garaje pronto ganó fama y en el pueblo comenzaron a demandarle más cantidad y calidad. Aceptaron el desafío.
“En 2015 hicimos la fábrica, y para 2016 ya dejamos nuestros trabajos y nos dedicamos ciento por ciento a la cerveza”, cuenta Hernández. “En La Pampa está poco desarrollada la cervecería”, reconoce y vieron un espacio donde moverse, en 2017 abrieron en #SantaRosa el primer bar de cerveza artesanal multimarca “#Bruselas” (aún vigente) donde no sólo pudieron imponer Meridiano V, sino que le dieron espacio a las demás cervezas que se producen en La Pampa y marcas de todo el país. Nunca industriales. Mientras tanto, en Arauz los vecinos querían tener beneficios, y en 2019 abrieron un Tap Room en la fábrica. “Desde ahí no hemos parado de crecer”, sostiene Hernández.
“El mostrador es del año 30”, señala el casi centenario mueble que oficia de altar, y que se presta como barra en el centro del salón. “Fue del almacén de ramos generales de mi abuelo”, sostiene Hernández. El proyecto del matrimonio se sostiene en pilares sólidos. El Tap Room tiene el diseño de un espacio urbano, que podría estar en cualquier capital del mundo, pero en todo momento hay señales que vuelven la atención a Jacinto Arauz.
La gastronomía se base en tapas y alguna #focaccia. “Los quesos y fiambres pampeanos son muy buenos y no tienen que envidiarle nada a los de cualquier región del país”, reafirma. El #espíritu familiar domina la propuesta. “Se pueden traer la comida de su casa y comerla acá, no tenemos drama”, cuenta Giaconi.
La consagración llegó en 2019 y 20 cuando obtuvieron el segundo y primer puesto en la Copa Argentina de Cerveza. “Nos puso en el mapa”, confiesa Hernández. “De alguna manera estar en un pueblo pequeño te hace ser más creativo”, explica una de las fortalezas de tener la base en #JacintoArauz. De aquí nació la innovadora manera de presentar #cervezas con estilos bien diferenciados (hacen más de 14 variedades) con nombres asociados a la cultura local, como la “Toro y Pampa”, una robust porter, “#Bolseros” american wheat, “#ArauzRock” IPA y “#AlienAbduction”, NEIPA.
“Nunca dimos pasos acelerados, siempre lentos pero constantes”, se define Hernández. #MeridianoV usa la cerveza para contar historias, su nombre se origina en la línea limítrofe que separa La Pampa con Buenos Aires, un camino de tierra que corta el mapa, un #Ecuador vertical que une dos provincias. “Estamos preparados para seguir creciendo, sin perder lo artesanal”, asegura Hernández y apunta al turismo. “La Pampa tiene destinos muy interesantes”, dice. Pone el foco en la gastronomía y el paisaje. “El monte pampeano es hermoso”, cuenta.
Jacinto Arauz es un pueblo de frontera que se ha convertido en un destino deseado por aquellos que buscan una experiencia cervecera de calidad donde sobra originalidad. Una propuesta honesta que abre el juego para explorar un mapa desconocido pampeano, Meridiano V es además el portal de entrada para conocer la historia de un pueblo que está atravesado por la presencia de #RenéFavaloro, con su Museo del Médico Rural. “Fue una persona extremadamente generosa”, asume Hernández. Todas las familias tienen una anécdota con él. Aquí estuvo doce años, antes de convertirse en el inventor del by pass y cambiar para siempre la historia de la medicina moderna.
Desde Check In America, agradecemos a Leandro Vesco @𝘭𝘦𝘢𝘯𝘥𝘳𝘰𝘷𝘦𝘴𝘤𝘰
“René Gerónimo Favaloro (La Plata, 12 de julio de 1923-Buenos Aires, 29 de julio de 2000) fue un inventor, educador y cardiocirujano argentino, reconocido mundialmente por haber desarrollado el baipás coronario con empleo de la vena safena magna”
CPGA:
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