Turismo
Bahía de las Águilas tiene capacidad para recibir 3,500 turistas diarios
El dato está contenido en el “Estudio de Capacidad de Carga Turística de la Zona de Uso Público de Bahía de las Águilas”, desarrollado por la firma Russa García y Asociados, y ordenado por el Fideicomiso Pro-Pedernales.
El estudio plasmó, además, un borrador para un “Reglamento de Uso Público para la Zona de Uso Público de Bahía de las Águilas”, que, en su artículo 18 establece que la referida capacidad se calculó en “función a 7.5 turnos de 471 personas, con una duración promedio en el espacio estimada de 3 horas en horario de 8:00 de la mañana a 5:00 de la tarde”.
Los desarrolladores de la investigación señalaron que determinar la capacidad de carga turística de ese espacio “servirá como un insumo para lograr el desarrollo sistemático de la zona de uso público de Bahía de las Águilas y por ende de Cabo Rojo- Pedernales”.
Agrega que estipular la capacidad evitará que los impactos en Bahía de las Águilas “se tornen inaceptables, así como también permitirá la identificación en el área de servicios según las necesidades reales y potenciales de los visitantes, sin menoscabo de la preservación del lugar”.
El estudio destaca que Bahía de las Águilas cuenta con espacios (como las dunas costeras) que sirven de albergue a importantes especies de flora y fauna, haciendo énfasis sobre todo en las tortugas marinas (tinglar y carey).
Ante ello, los realizadores del levantamiento abogan por la creación de un plan para el manejo de tortugas marinas en playas de anidación y un programa de monitoreo de la anidación, además que se identifiquen los factores de perturbación de las tortugas.
De igual forma se insta a las autoridades determinar los impactos turísticos que pueden afectar especies identificadas en la Lista Roja de especies amenazadas o en peligro de extinción, según la prensa local.
Zonas de uso público
A los fines de delimitar las zonas de uso público de Bahía de las Águilas, los realizadores del estudio definieron cinco polígonos: el primero fue denominado Playa Los Boteros. La Cueva, que cuenta con una superficie de 11,041 metros cuadrados, que está compuesta por vegetación costera mixta y áreas susceptibles para servicios de apoyo para el embarque y desembarque de botes, además de un espacio de arena.
El segundo polígono, llamado Sendero del Mirador, tiene superficies de bosque seco, de sendero y un área susceptible para parqueos. El tercero fue denominado Zona Rocosa y cuenta con vegetación costera mixta, de dunas, arena y una superficie de uso público.
El cuatro polígono o Zona Estándar, presenta una superficie que abarca vegetación costera mixta, de dunas y de arena para la zona activa (dedicada, exclusivamente, a la circulación de los bañistas a lo largo de la playa).
El quinto polígono o zona VIP está conformada por áreas ambientales sensibles (humedales, vegetación costera mixta y dunas) y espacios que son de uso público o zona activa.
Servicios
En el estudio se recomienda a las autoridades evitar que los botes utilizados para servicios de transporte embarquen y desembarquen visitantes en cualquier parte de la playa, “deben definirse dos áreas para ello, una en la zona estándar cercano al mirador y otra por la zona VIP”.
Asimismo, se sugiere prever la instalación de un espacio de Primeros Auxilios, equipado con personal paramédico, además construir un helipuerto para casos de emergencia.
También se recomienda ofrecer un espacio para los guías de naturaleza de la zona, para que ofrezcan productos ecoturísticos diferenciadores y organizar espacios para parqueos de vehículos en los espacios indicados en la zonificación propuesta.
En el estudio se insta a las autoridades que desarrollen un programa de residuos sólidos, tanto para la separación, la recolección y la disposición final de los mismos.
“Se observó durante el levantamiento de campo la cantidad de basura dejada en las áreas, algunas dispersas entre la flora y otra recogida en fundas plásticas pero amontonadas, sin que sean llevadas al vertedero municipal”, detalla.
Además, recomienda, además la colocación de contenedores de residuos sólidos diferenciados por tipo, en las diferentes zonas de uso público.